Advertencias sobre los presuntos riesgos del vapeo, presentado como una opción alternativa a los cigarros tradicionales, reaparecieron en las últimas semanas en las redes sociales.
Mientras que ciertos usuarios aseguran que es perjudicial para la salud, otros se preguntan por sus efectos. De su lado, la ciencia todavía no tiene la contestación a este discute.
En Facebook y en Twitter circulan por lo menos desde 2015 publicaciones que citan diferentes estudios y proponen dudas sobre el impacto del vapeo en la salud.
“Originalmente, se pensaba que eran menos dañinos para la salud, no obstante, ciertos estudios prueban que el empleo de estos cigarros forma un riesgo para la salud por su posible asociación con distintas enfermedades”, se lee en una de ellas.
Aparte, ¿cuáles son realmente los efectos del vapeo para la salud? Esta pregunta vuelve a proponerse tras la resolución de India de prohibir los cigarros electrónicos, medida anunciada el dieciocho de septiembre pasado y que fue festejada por la OMS (OMS).
¿Qué poseen los cigarros electrónicos?
El vapeo consiste en aspirar vapores creados por el calentamiento a elevada temperatura de un líquido dentro de un cigarrillo electronico argentina.
Conforme especifica el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, este líquido no incluye substancias peligrosas que sí se hallan cuando se fuma un cigarro, como el alquitrán (cancerígeno) o bien el monóxido de carbono (causa de enfermedades cardiovasculares).
No obstante, sí contiene, la mayoría del tiempo, nicotina. Esta substancia, muy adictiva, presente asimismo en el tabaco, puede afectar el desarrollo del cerebro ya antes de los veinticinco años y, conforme ciertos estudios (1 y dos), tener un efecto deplorable en el de los adultos.
Además de esto, el vapor contiene partículas finas que penetran en los pulmones. Para la Academia de Ciencias estadounidense, los líquidos empleados en los cigarros electrónicos tienen «muchas substancias potencialmente tóxicas».
El médico cardiólogo uruguayo Eduardo Bianco, organizador para América Latina de la Coalición para el Acuerdo Marco contra el Tabaquismo, explicó a AFP Factual que se han identificado más de 3.000 tipos de cigarros electrónicos.
“Dentro de los [líquidos] que se han estudiado lo primordial es una solución de nicotina. Asimismo tienen otros compuestos orgánicos volátiles, ciertas substancias cancerígenas, metales pesados como níquel, estaño, plomo, y les añaden saborizantes para hacerlos más atractivos, como el diacetilo, substancia que ha sido vinculada a enfermedades graves de los pulmones”, afirmó.
“Sin ninguna duda, [los cigarros electrónicos] no serían tan perjudiciales como el cigarro usual. Mas tampoco son inocuos, en eso sí hay acuerdo. ¿Cuál es el grado? Allá está la discusión hoy”, concluyó el cardiólogo.
Entonces, ¿es peligroso vapear?
Los estudiosos no tienen todavía datos suficientes para valorar los efectos de los cigarros electrónicos, puesto que empezaron a comercializarse a inicios de los años dos mil.
“El auténtico cómputo entre las ventajas y los peligros de vapear prosigue siendo imposible de evaluar”, aseguró en un artículo Robert H. Shmerling, maestro asociado de la Harvard Medical School. “No hay información libre sobre los impactos en un largo plazo en la salud”, agrega.
Para la Academia de Medicina francesa, no obstante, esto no impide que la toxicidad en un largo plazo del cigarro electrónico sea “evidentemente mucho menor que la del cigarro tradicional».
La OMS, en tanto, se muestra más prudente. En el mes de julio pasado, la organización ratificó las conclusiones de un informe publicado en 2014: «Los SEAN (Sistema Electrónico de Administración de Nicotina) son seguramente menos tóxicos que los cigarros, mas no hay pruebas suficientes para cuantificar el nivel preciso de peligro».
En todo caso, «los SEAN son indiscutiblemente dañinos y habrán de ser regulados».
Alén del discute académico, en U.S.A., una enigmática epidemia de enfermedades pulmonares agudas ha ocasionado múltiples muertes este verano boreal y mandado a cientos y cientos de personas a las urgencias médicas.
La mayor parte había comprado líquidos con THC, la substancia sicoactiva del cannabis, mas se ignora todavía cuál ingrediente, entre los abundantes aditivos, podría haber dañado los pulmones.
¿Vapear para dejar el tabaco?
Una investigación británico publicado en el mes de febrero en el New England Journal of Medicine mantuvo que los cigarros electrónicos eran más eficientes que los parches y otros productos de substitución.
Mas todavía no hay suficientes pruebas. “La evidencia a nivel científico sobre los cigarros electrónicos como ayuda para parar de fumar es inacabada y no está claro si estos productos tienen algún rol en el abandono del tabaquismo”, concluye el organismo.
La OMS no incluye al cigarrillo vaporizador entre el arsenal recomendado para dejar el tabaco, y estima que no ha de ser promovido como tal hasta el momento en que no haya más datos libres.
Esta situación provocó la reacción de los fabricantes de cigarros electrónicos, que charlan de «desinformación», mas asimismo de ciertos especialistas de la lucha contra el tabaco, que defienden la eficiencia del nuevo producto.
Para estos especialistas, la prohibición de los cigarros electrónicos dañaría a los fumadores que desean parar de fumar.
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